Problemas Gastrointestinales

 

GastrointestinalesSe denominan enfermedades gastrointestinales todas aquellas patologías que afectan a los órganos que del sistema digestivo. La gravedad va a depender del tipo de enfermedad, pues pueden ser muy diversas. En la mayoría de ellas encontramos dolor abdominal, cambios en hábitos intestinales, estreñimiento, diarrea, acidez o ardor.

Desde el punto de vista de la evaluación e intervención psicológica se da mucha importancia a úlceras, gastritis, síndrome de colon irritable y enfermedad de Crohn.
La gastritis es una enfermedad muy común en la que se produce una inflamación de la mucosa gástrica y a través de la cual pueden aparecer las úlceras, que son lesiones que tienen lugar en la mucosa de las paredes del estómago.
Las causas del síndrome de colon irritable aún no están muy claras. Es un conjunto de trastornos funcionales que suelen aparecer en la adolescencia o inicio de la edad adulta y que es más frecuente en mujeres que en hombres. Este síndrome favorece la aparición de ansiedad o miedos y conductas de escape o evitación como las que se producen en los ataques de pánico. Si la persona siente molestias estomacales y una falta de control sobre esfínteres, aparecerá el temor de que no pueda controlarlo adecuadamente y la anticipación de las consecuencias negativas que esto tendría. Este aspecto puede ir mermando distintas áreas de la vida de la persona, como la laboral o social, e ir reduciendo su actividad y capacidad. La amenaza puede ser tal que prefiera no salir de casa, evitar sitios desconocidos o la playa, evitar quedar con gente, etc. En definitiva, si no conoce la localización exacta de los baños puede que evite este tipo de situaciones.
La enfermedad de Crohn implica inflamación en el intestino, con el deterioro en la calidad de vida que supone para la persona que lo padece. Puede afectar a cualquier parte del tracto digestivo, pero la mayor parte de las afecciones se localizan en el íleon, colon y recto. Los síntomas son muy diversos y distintos entre los pacientes, los más comunes son: cólicos, diarrea, fiebre, pérdida de peso o dolor abdominal. También puede aparecer hinchazón, lesiones de piel y dolor anal entre otros.

Estas enfermedades pueden suponer un importante impacto psicológico y empeoramiento de la calidad de vida, siendo necesaria una intervención multidisciplinar.

Nuestro Tratamiento:

La intervención realizada con estos pacientes tiene como objetivos principales la reducción del dolor y de los síntomas intestinales, logrando un aumento en su calidad de vida.
Se debe tener en cuenta la doble dirección que caracteriza este tipo de problemas y los factores psicológicos. Si tengo los síntomas típicos de estas enfermedades es muy normal y frecuente que aparezca estrés o emociones negativas como la ansiedad, tristeza e ira. Estas emociones pueden llevarme a un afrontamiento negativo de la enfermedad, produciendo un aumento en la actividad de estas, por ejemplo no mantener hábitos adecuados de alimentación o fumar.
En úlceras es necesario el trabajo con manejo de contingencias y motivacionales para mejorar los hábitos de la persona que pueden influir en la enfermedad. Las técnicas de control de ira también serán necesarias en un gran número de casos, pues parece ser una emoción frecuente que puede agravar el curso de la enfermedad en las personas que la padecen.

En el colon irritable será importante trabajar con el paciente la hipervigilancia que realiza de todos los síntomas estomacales y la interpretración catastrófica que realiza de estos, aspecto que favorece por ejemplo la intensidad de estas, pues estas emociones tienen una fuerte influencia en el agravamiento de los síntomas gastrointestinales. Es necesario trabajar para reducir las evitaciones que estas personas realizan a sus síntomas  y a las situaciones específicas en las que hay probabilidad de que aparezcan.
En la enfermedad de Crohn va a ser fundamental el trabajo con hábitos saludables y no saludables, así como las emociones negativas y él área social y de ocio de la persona. Son numerosos los estudios que señalan problemas de depresión o ansiedad en las personas que reciben este diagnóstico. De nuevo nos encontramos ante un círculo vicioso: La calidad de vida se ve mermada por las repercusiones de esta enfermedad, las cuales influyen la autoestima y autoeficacia de esa persona, pudiendo provocar problemas ansiosos o del estado de ánimo. Estos aspectos dificultarán aun más una adecuada calidad de vida, influyendo en la salud física.
Por otro lado, va a ser de suma importancia dotar a la persona de herramientas para un adecuado afrontamiento del estrés, pues es clara la relación que tiene este sobre la respuesta inmune de la mucosa intestinal.